Empiezo, afirmando con certeza que cuando hablamos de diversidad cultural, aludimos a la cultura e interculturalidad, implicamos las prácticas cotidianas del ser social, desde cualquier punto de vista, para comprender fácilmente y aproximarnos sin complejidad y atajos a otras culturas a través de un instrumento que apuntaran indicios al interés de la comunicación intercultural, la interculturalidad en salud, educación, aunque el elemento cultural se manifiesta con más fuerza y le pone la etiqueta de interculturalidad en ocasiones más importantes, políticas, sociales o económicas.