El Médico de los Niños Monteagudo-Bolivia

medico_de_los_ninos.jpgLa esencia, el carisma de un médico tradicional resalta a lo lejos en San Miguel del Bañado, comunidad del municipio de Monteagudo, departamento de Chuquisaca, su nombre es Remigio Salazar, conocidísimo por los lugareños como el “médico de los niños”, se le atribuye este denominativo, porque son niños que recurren con mayor frecuencia a sus curaciones, la ternura y paciencia en su trato hace que los niños se sientan en confianza y que la sanación pueda lograrse.

Dubitativo y casi en silencio hizo un recuento de sus inicios como médico tradicional… “humm bueno yo he aprendiu a curar viendo a otros que sabían curar, yo sabía ir a acompañarles, iba como ayudante cuando los curanderos venían a curar a la familia, así he llegao a aprender eso de curar”… también contó sobre los elementos que utiliza para curar del asustado… “bueno yo lej curo con incienso, con millo, con cigarro, con coquita y si hay alcohol con alcohol también, cuando no hay alcohol igual nomaj sin alcohol igual curo”.

Dentro de los elementos que utiliza para hacer sus curaciones del asustado, don Remigio describió el significado de alguno de estos… “la tijera me sirve para santiguar, para compañía, para ir a llamar el ánimo utilizo el machete, eso se lo hace en la noche, pero cuando hay urgencia igual en el día, sobre todo a loj chiquitos, elloj se sanan cuando yo lej curo”.

La curación no sería efectiva sin las oraciones, don Remigio nos habla de sus rezos que emplea al momento de santiguar a sus enfermos… “siempre hay que poner las oraciones con eso sale bien la curación, la oración del credo maj que todo utilizo, eso lo rezo para curar”.

En su relato pausado y sincero indicó que el procedimiento para curar a los niños y a las personas es el mismo de igual forma con los ingredientes… “para curar a loj niñoj y a laj personaj mayorej ej lo mijmo se utiliza laj mijmas cosas, bueno yo cualquier dia curo del asustao, dejpues otroj dicen que ej mejor dia martej, dia viernej que es maj bueno para curar, pero no sé yo igual cualquier día igual nomaj sé curar”, don remigio afirma que generalmente del asustado cura en el día, sin embargo cuando solicitan su ayuda de emergencia hace excepciones… “a los mayores curo en la noche, a los chiquitos también en la noche, pero cuando hay emergencia y si ejtá grave en el día igual lej curo”.

Don Remigio además explicó cómo realiza su diagnóstico… “cuando esta asustao una persona clarito ej, yo en loj ojos sé fijarme, sus ojos se hacen brillosos, lej da dolor de cabeza, dolor de estómago, vómito, diarrea, dolor de muela, dolor de oído, fiebre lej da también, uf grave ej eso, después la mijma persona se avisa, en el millo también sales que cosa le ha hecho asujtar, en el millo cuando le quemo veo si ej un animal o una persona que le ha hecho asujtar, si ej perro sale en forma de perro, si ej gente en forma de una persona, si ej agua agua también se forma”.

Sus alegrías se hicieron presentes en nuestra plática… “yo me siento feliz cuando la gente que curo se sana, maj que todo me pongo contento cuando loj niñitos se mejoran”… y la generosidad de su corazón salió a flote… “yo no sé cobrar, si he sanao a la consciencia de la persona nomaj cobro, si no han sanao para que voy a cobrar de que voy a cobrar”.

Con 25 años en la medicina tradicional, don Remigio relata que su especialidad es el asustado, aunque, frente al clamor de sus enfermos por encontrar la sanación, dedicó su tiempo a conocer el tratamiento para otras enfermedades… “curo del atierrao también, el atierrao ej soplason de sepe (hormigas grandes), clarito ej se hinchan loj pies, las manos, todo se hinchan, para curar ha y que ir a traer esa tierra de la sepe y tostarlo con manteca o con aceite pero mejor con manteca, dejpues hay que limpiarlo con eso a la persona, dejpues esa tierra hay que volver a echarlo cerca de donde se ha alzao la tierra pero no en el mijmo lugar, el atierrau también hay que curar en la noche”.

Su conocimiento en el arte de la medicina tradicional no culmina con las enfermedades mencionadas, nos habla de otra enfermedad que él lo denomina “manantial”… “dejpués cuando están soplao de manantial también sé curar, del manantial igual hay que millurarlo, a veces a la muela ataca, a veces a los ojos ataca, sopla y comienza a doler, hay que millurarlo con eso se sanan también, eso hay que curarles con millo, con aji con, maicha, la maicha ej una plantita que hay en loj ríos, con eso maj hay que limpiarloj, dejpues con eso se sanan”.

Ilusionado y como añorando un futuro mejor, don Remigio comenta de sus sueños… “me gustaría tener mi acreditación como médico tradicional y ejtoy trabajando en eso, por eso ej que quiero aprender maj”.

Con los sentimientos a flor de piel por sus chiquitos como los llama don Remigio, dejó entrever que sus consentidos son los niños, y tiene muy merecido el denominativo que se ganó con dedicación y cariño “el médico de los niños”, que seguro estamos sabrá resguardar como el mejor de los tesoros, para que su historia perdure en la memoria y en el corazón de sus “chiquitos”.

Fuente: PRODECO