La Hora de Domir

Una expresión que escuché frecuentemente de mis amigos y familiares al enterarse que esperaba un niño, fue “aprovecha ahora para dormir ahora todo lo que puedas”. Me pareció algo exagerado pero cuando finalmente llegó mi pequeña hija, comprobé que esto era una difícil realidad.

Un niño pequeño demanda nuestra atención las 24 horas y no estoy exagerando, uno llega a sentirse abrumado por no poder descansar lo suficiente y por no tener el tiempo con uno mismo que tenía antes de la llegada del pequeño.

Yo tuve que mantener la calma y tratar de adaptarme a mi “nueva vida”, ya que antes de ser madre disfrutaba de largas siestas y de dormir las ocho horas reglamentarias, y cuando por fin nació mi hija, sentí que ese pequeño ser estaba transgrediendo mi individualidad y desordenando mi vida. Afortunadamente esta sensación fue eliminada rápidamente por mi instinto maternal, y mi pequeña y yo fuimos encontrando patrones y horarios de sueño con los que nos sentimos cómodas.

portapapeles01.jpgA menudo las madres nos preguntamos cuando nuestro niño(a) dormirá toda la noche, porque estamos desesperadas por conciliar el sueño sin interrupciones. Levantarse por la noche nunca ha sido una parte favorita de la maternidad, pero hay formas de hacerle frente al problema. La forma de pensar de cada madre a cerca de esas levantadas por la noche pueden significar una considerable diferencia para la forma en que esto nos afecte, es decir, debemos estar conscientes que esto forma parte inevitable del ser madre y aceptarlo como una realidad de nuestra nueva vida, así podremos llegar a disfrutar de esos momentos tranquilos y silenciosos en la noche, en compañía de nuestro hijo mientras lo alimentamos o consolamos.

Algunos niños duerme mas que otros, eso es cierto, pero también es cierto que es importante establecer una rutina para la hora de dormir desde que nuestro hijo es muy pequeño, para conseguir lidiar con sus patrones de sueño.

Los primeros días de vida, el niño no distingue entre el día o la noche, se rige simplemente por su apetito, es decir sus necesidades son básicas y simples, hambre, frio o pañal mojado. A medida que va creciendo, estas necesidades van aumentando al buscar compañía, sentirse abandonados o tener miedo. Si calmamos sus necesidades podremos descansar también y esto se logra solamente conociendo a nuestro hijo, observándolo y aceptándolo como un ser humano individual.

En mi experiencia como madre, descubrí que mi hija necesitaba que la alimente cerca de las 3 de la mañana y continuábamos durmiendo hasta las 6:45. Así entonces elaboré una rutina de alimentación de 12 pm., 3 am, y 6:45 am de esta forma yo también me acostumbré a esto y me fue mas fácil aceptar con tranquilidad el levantarme solo una vez por la noche. Compartiré con ustedes algunos tips que me fueron de mucha utilidad, espero les sirvan:

1. Una vez mas insisto en la conveniencia de la leche materna ya que está siempre lista, siempre tiene la temperatura, espesor y cantidad precisa para el niño, así evitarás el tener que levantarte para ir a la cocina a preparar un biberón.

2. Cuando se acerque ya la hora de acostarse, debe adecuarse también el ambiente, un poco de oscuridad y tranquilidad harán propicia la sensación de adormecimiento necesaria para conciliar el sueño.

3. Un niño pequeño debe arroparse con una mantita que lo sostenga suave pero firmemente, ya que estaba acostumbrado a estar en un lugar con espacio reducido como en el vientre materno, de esta forma se sentirá seguro y cómodo.

4. Cuando despierte el niño, enciende una tenue lámpara para guiarte y ver que es lo que necesita, esto es con el fin de no despertarlo del todo y mantenerlo adormilado para que el pequeño continúe durmiendo después del alimento.

5. Nunca se debe olvidar ayudar al pequeño a eliminar los gases, aunque se duerma, ya que si esto sucede no será por mucho tiempo porque pronto despertará con dolor a causa de los gases acumulados.

6. Si el último cambio de pañales se realiza lo mas tarde posible en la noche, esto ayuda a no tener que cambiar al niño en mitad de la noche, ya que así los despertaríamos del todo. Afortunadamente los pañales desechables de hoy, duran mucho tiempo y en la mayoría de los casos pueden soportar hasta 12 horas.

7. Quedarse dormida con el pequeño al lado, no es un problema, mas bien puede ser la solución, ya que durante los primeros dos meses, tanto la madre como el niño podrán estar tranquilos compartiendo el mismo espacio. Pero esto amerita que deba adecuarse la cama para que no hayan contratiempos, acuñando al pequeño con mantas enrolladas firmemente para asegurar y delimitar de esta forma su espacio.

8. El chupete o chupón puede ayudar a tranquilizar a un niño nervioso, para que así logre conciliar el sueño, pero no olvides quitarlo de su boca una vez que se duerma profundamente.

9. Aprovechar las horas en las que el niño duerme para relajarse, no es una frase trillada si no un consejo muy útil, es importarte sacarle tiempo al tiempo para estar con una misma y disfrutar de un pequeño tiempo de soledad, no como mamá, si no simplemente como mujer.

En fin, ser mamá es un continuo aprendizaje y lo importante es estar consciente de esto. Una actitud positiva ante la falta de sueño o los pequeños inconvenientes que conlleva la maternidad, hará que pronto te descubras disfrutando el amamantar a tu pequeño en medio de la quietud de la noche, con ese tierno cuerpecito a tu lado para sentirlo y acariciarlo a tus anchas. Todo depende de una misma, ser mamá no es una tarea fácil como dice mi madre, pero la alegría del privilegio de ser madre compensa todos los pequeños sacrificios.

AUTOR: Leslie Diaz Gonzalez Periodista y mamá

kariles [at] hotmail [dot] com

Imagen de Dr. Juan Manuel Portugal Bayer

Dr. Juan Manuel Portugal Bayer ()