Colliris y aysiris curan los males del cuerpo y del espíritu

Cochabamba, Bolivia, Miércoles 11 de enero de 2012

AUTORIDADES CERTIFICARON, POR PRIMERA VEZ, A 600 MéDICOS TRADICIONALES EN EL PAíS CON DIFERENTES ESPECIALIDADES

Por: Zulma Camacho G. zcamacho [at] opinion [dot] com [dot] bo|30/12/2011|Ed. Imp.

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El cuidado de la salud de la población en Cochabamba ahora cuenta con los servicios de médicos tradicionales de especialidades como colliris, jampiris, parteras, kallawayas y hueseros, entre otros. Estos profesionales empíricos cuentan con la certificación del Ministerio de Salud, expedida el pasado 16 de diciembre a través del Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad.

Es así que ahora, una enfermedad cualquiera puede ser curada con antibióticos y otros tratamientos, pero también con preparados naturales, rituales y oraciones.

“Los médicos tradicionales hacen ceremonias para el ámbito espiritual y psicológico de la persona, por eso decimos que el tratamiento es más completo”, explica el responsable departamental de la Unidad de Medicina Tradicional e Interculturalidad del Servicio Departamental de Salud, Jesús Gómez.

“Todas las enfermedades tienen un origen espiritual y primero hay que curar eso”; explica un yatiri de la comunidad de Puituco, Potosí, Isaías Chipana.

Entre los especialistas los yatiris, provenientes de La Paz, Oruro y Potosí, son considerados como los sabios que dominan todas las costumbres y tradiciones de su cultura, y tiene el don de combinar las propiedades químicas de las plantas con las energías positivas de las deidades como cerros y otros centros energéticos en favor de la salud integral del paciente.

Entre los kallawayas y colliris por ejemplo, se dice que un bebé, hasta los 3 meses de nacido, es vulnerable a múltiples afecciones provocadas por el espíritu de un animal mítico, brotándole ronchas en el cuerpo, esta enfermedad es conocida como el mal del lari lari. En estos casos, los kallawayas realizan un envoltorio de plantas medicinales en la manta del bebé; acompañando con un sahumerio y oraciones evocadas a los dioses tutelares del lugar y del centro energético del kallawaya, se busca restablecer el equilibrio del bebé.

Los colliris son personas que tienen un dominio de las yerbas y plantas de su entorno natural. “Estas personas antes eran personas muy sabias, incluso hacían curaciones de cráneos rotos”, expresa Chipana.

Otros especialistas son los jampiris, conocidos como pampa jampiris (médicos de la tierra) por su capacidad de curar los males haciendo uso de todos los recursos que encuentran en su entorno, como minerales, barro, agua y plantas.

Los herbolarios o k’apach’aqeras son las personas especialistas en la recolección, secado y procesado de hierbas. “Conocen sus bondades, dónde se encuentra, cuándo hay que sacarla, y cómo se debe combinar”, explica Gómez. En su mayoría son las mujeres que se dedican a esta actividad, porque se dice que tienen la sensibilidad y don para la recolección y posterior preparado de remedios. “Los hombres se encargan de curar con las plantas o combinaciones que le da el herbolario”, precisa Chipana.

Los aysiris son personas que mantienen una conexión directa con los espíritus. Su nombre viene del aymara aysa que significa jalar o levantar. “Son especialistas en tener contacto con los espíritus, hablan con los espíritus de las montañas, de los antepasados, de las personas, también pueden tener comunicación con los muertos y las personas que están ausentes”, señala Chipana. Los aysiris originales sólo se encuentran en Potosí y La Paz, donde también se los conoce como ch’amakanis.

Los hueseros y q’aqoris son personas que con una precisión única dan fuertes estirones y masajes para acomodar los huesos dislocados y rotos.

Finalmente están las parteras o matronas, son las mujeres que acompañan antes, durante y después del parto. El servicio que ellas brindan es a domicilio, y los familiares de la paciente son los colaboradores durante su trabajo.

Estudian sanciones para malas prácticas

Las garantías y procedimientos para el control y sanción de malas prácticas de la medicina tradicional están en proceso, luego de la acreditación y certificación, el 2012 se tiene previsto la promulgación de la Ley de Medicina Tradicional Ancestral, que actualmente es revisada por la Unidad de Análisis de Políticas Estatales (Udape), según informó el responsable departamental de Medicina Tradicional, Jesús Gómez.

La ley establecerá además las sanciones y un protocolo de atención dará los lineamientos para que los médicos tradicionales realicen los informes y registros de su intervención. “Para los médicos que no saben leer ni escribir se elaboran registros iconográficos”, explica la autoridad a tiempo de señalar que ahora los médicos que recibieron su acreditación son evaluados por un Consejo de Acreditación.

El técnico del Consejo Departamental de Médicos Tradicionales (Codemet), Vidal Montaño, explica que junto al Sedes realizarán el control para que sólo quienes tienen el registro presten sus servicios.

El proceso de certificación fue coadyuvado con los centros de salud que recogieron toda la documentación y corroboran la autenticidad de los mismos en las comunidades. “En las comunidades, todas las personas saben y conocen cuando una persona es médico tradicional y son las autoridades originarias que nos certifican”, dice.

Explica que para médicos del campo los requisitos son el carnet de identidad o certificado de nacimiento, un reconocimiento o aval de su comunidad de origen, una monografía del trabajo que realiza y cómo adquirió el conocimiento, 5 certificaciones de personas asistidas y 4 fotos tamaño carnet.

Para los médicos de la ciudad, además de lo anterior, deben presentar un certificado del Registro Judicial de Antecedentes Penales (Rejap), 10 certificaciones de pacientes asistidos, el certificado de afiliación y especialidad en su departamento, y la libreta de servicio de militar, este último para evitar que personas extranjeras falsifiquen su identidad.

El director del Sedes, Guido Sánchez dijo que en Cochabamba 360 médicos pertenecientes a 16 asociaciones de diferentes especialidades, recibieron certificados.