Un Regalo Maravilloso
Autora: Leslie Diaz Gonzalez
Periodista y mamá
kariles [at] hotmai [dot] com
Existe un regalo maravilloso que cada madre puede dar a su hijo, no se trata de dinero, juguetes, joyas o nada por el estilo. Simplemente se trata de un bien que cada uno tiene, algunas veces es escaso y poco apreciado en ocasiones, nuestro “tiempo”.
La dedicación total a un pequeño puede ser mucho pedir para algunas mujeres, para otras algo natural y se ha convertido en un tema recurrente en las conversaciones de mamás recientes con las que tengo amistad
Los tiempos actuales hacen que las mujeres, a la par de los hombres busquen la realización personal y profesional, así como la libertad financiera. En un mundo cada vez mas competitivo, resulta muy difícil renunciar a un trabajo por la llegada de un pequeño a nuestra familia, más aun cuando existen hoy muchas opciones para el cuidado de los pequeños, guarderías, niñeras y familiares dispuestos a hacerlo con cariño.
En este ambiente, yo fui vista como un fenómeno, una mujer negligente y cómoda porque decidí al recibir a mi hija, que ella tendría lo más valioso que tengo para dar, mi tiempo y dedicación. Desde que nació Miroslava, hasta que empezó a ir al jardín de infantes a los 4 años, me dediqué a cuidarla y por supuesto a las labores de hogar que vienen incluidas en el paquete. Es un trabajo de tiempo completo, monótono y poco reconocido, pero hoy puedo ver rendir los frutos de mi esfuerzo en mi pequeña hija, una dulce niña segura de si misma, compasiva y amorosa, respetuosa y obediente que cada noche me abraza y me dice “te amo mamá”. Ningún dinero o carrera pueden compensar esta tranquilidad que hoy tengo de haber podido formar una pequeña persona de bien.
Por supuesto no estoy diciendo que esta sea la respuesta, yo pude hacerlo pero se que muchas madres necesitan trabajar, o les es imposible dejar sus empleos por mil y una razones que son igualmente valederas.
Pero hay que preguntarse si realmente el remunerable trabajar para una mamá reciente?. La ganancia neta que se percibe realmente justifica todo el esfuerzo? . Analizando veamos el costo que significa volver al trabajo: el vestuario para la oficina, el transporte de ida y vuelta al hogar, el pago de la niñera o guardería, alimentación muchas veces fuera del hogar o con comida preparada cuyo costo es elevado. Sumando todo esto y restándolo de nuestros ingresos, nos sorprenderá descubrir que a menudo quedará muy poca ganancia neta. Si a este hecho incluimos el tema de la ansiedad de dejar a nuestro pequeño hijo en manos de alguien, foráneo o no, el estrés que significa todo el trajín diario, y el cansancio al tratar de hacer las dos cosas a la vez, tendríamos que sentarnos a reflexionar si realmente vale la pena alejarnos de nuestros pequeños.
Desde el punto de vista del pequeño, no hay limites entre el y su madre y por eso una separación prolongada supone mucha ansiedad. A medida que crece, la forma en la que el niño adquiere las habilidades y fortalezas necesarias para controlar y enfrentar el estrés que ocurre en la vida, es en la unión intima con su madre, en la seguridad de su presencia y en el ejemplo. Además, un niño que está creciendo está lleno de sorpresas. Los momentos de cada nuevo logro no pueden arreglarse previamente y no hay repeticiones. Los primeros pasos de un niño nunca podrán ser tan significativos para una niñera como lo son para su madre. Compartir la emoción y el milagro de todos esos triunfos cotidianos es como el día de pago para la madre de un pequeño y se experimenta cierto sentimiento de tristeza al perderse de ellos.
Estoy convencida de que una mujer debería hacer todos los esfuerzos posibles para pasar los tres o cuatro primeros años con su hijo, eso lograría una inmensa diferencia tanto en la familia, como en la sociedad. Este esfuerzo significa un sacrificio, es cierto, pero es el mejor regalo para dar a un niño, todo el amor y dedicación que solo una madre puede dar.
- Inicie sesión para enviar comentarios