Todo lo que debe saber antes de operarse la vista
El ojo funciona casi igual que una cámara fotográfica. Es, en esencia, una cámara oscura con un sistema óptico, un pequeño orificio anterior por donde entra la luz, y un elemento receptor en el fondo, que es la retina y que actúa como la película de la cámara fotográfica. Allí se forman las imágenes, que luego son transportadas al cerebro por impulsos eléctricos.
Para ver claramente, la luz debe enfocar exactamente en la retina. Cuando, por alteraciones en la forma del ojo esto no ocurre, tenemos un vicio o un defecto de refracción. Es decir, son ojos que pueden ser completamente sanos pero que ven mal porque están desenfocados. Los defectos de refracción son: la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia.
Los defectos de refracción generan la mayor cantidad de consultas en oftalmología. Los anteojos de diferentes características son la respuesta más antigua y sencilla a estos trastornos. Pero por distintos motivos (estéticos, funcionalidad, comodidad, etcétera) muchas personas deciden no usarlos. Las lentes de contacto surgieron como una alternativa a los anteojos y se popularizaron rápidamente.
#JuntaMédica entrevistó al Dr. Julián Schvartzberg médico oftalmólogo y especialista en cirugía oftalmológica quien aseguró que las intervenciones quirúrgicas han evolucionado y se consolidan como una buena alternativa para los defectos de refracción, entre otras afecciones que puede padecer la vista.
En primera instancia, porque a diferencia de los anteojos y las lentes de contacto, producen una corrección del defecto óptico que permite prescindir de estos elementos externos y, en muchos casos, de forma definitiva. Además, las nuevas técnicas hacen que estas intervenciones se realicen en menor tiempo, sin dolor y con una recuperación cada vez más pronta.
“Previo a la cirugía pedimos estudios clínicos y evaluaciones cardiológicas para ir muy seguros al quirófano. La cirugía es con anestesia local y muy rápida. El paciente se va a su casa y con el ojo desocluído. Luego tiene que tener ciertos recaudos, como colocarse las gotas que le indicamos y hacer los controles necesarios”, sostuvo el profesional consultado.
“Modificamos la córnea con el láser y hacemos un tallado para que el paciente pueda corregir su defecto óptico. Es muy rápido, son segundos solamente, la persona se retira caminando y al día siguiente ya empieza a ver”, explicó.
El profesional sostuvo que a partir de los 23 años se indican estas cirugías de miopía, que se aconsejan cuando existe cierta estabilidad en sus niveles.
“La cirugía más frecuente dentro de la práctica oftalmológica es la de cataratas del adulto. Tiene que ver con el envejecimiento del cristalino que pierde transparencia, pasa ser una lente opaca que nubla la visión y no mejora con los anteojos”, explicó Dr. Schvartzberg, quien aseguró que es un intervención muy simple y sin mucha complejidad.
Finalmente, el experto se refirió a la cirugía de párpados para aquellas personas que quieren corregir sus bolsas oculares. “Las bolsas y los excedentes de piel son muy comunes en ambos sexos y se deben a que, con el tiempo, los tejidos van perdiendo su sustento y se caen. Esta cirugía también es con anestesia local y refresca la mirada, la rejuvenece y alivia la pesadez de los párpados”, afirmó.
En el caso de la cirugía de vías lagrimales, el entrevistado indicó que es muy frecuente que las personas requieran este tipo de operación, ya que esa patología se debe a obstrucciones de la vía lagrimal, donde el líquido se va del ojo hacia la nariz y desemboca dentro de la fosa nasal, lo cual es muy molesto.
“Se reconstruye la vía lagrimal que se cerró y existe una operación muy sencilla, que soluciona el problema para que la vía lagrimal quede totalmente permeable. Se hace con anestesia en gotas y al otro día la persona se reincorpora a sus tareas”, finalizó el especialista.
Fuente: Oxigeno
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